Rabietas ¿Y ahora que hago?

Cuando llegan los 2 años muchos padres empezamos a temer la llegada del Apocalipsis porque es cuando pueden empezar las temidas “Rabietas”.

¿Qué es una rabieta?

«La rabieta es un enfado que tiene un niño/a ante algo que no puede conseguir y que le genera una gran frustración.»
Sinceramente pensaba que me estaba librando de ellas. Mi hija no es ninguna excepción y hemos tenido enfados más o menos importantes pero hasta el momento no había vivido una pataleta de estás tan intensas que incluso se tiran por el suelo.
Cuando nuestros hijos sufren una pataleta sus emociones están desbordadas y pueden gritar, llorar y la verdad es que es difícil mantener calma en un momento así.
En casa siempre he intentado trabajar mucho la inteligencia emocional sobretodo utilizando los cuentos para hablar de ellos.
En varias ocasiones he hablado de lo que nos gusta El Monstruo de los colores para que mi peque pueda saber expresar lo que le está pasando, pero cuando llega una pataleta en su momento más álgido es difícil razonar que está pasando y lo tendremos que dejar para más adelante.
Es importante hablar con ellos sobre las emociones y sobre lo que les pasa pero nosotros también tenemos que estar preparados para cuando llegue el momento.
La semana pasada os hablaba del libro de “Una mamá pediatra” donde tiene un apartado que habla sobre las rabietas, pero sinceramente lo que me salvó la vida e hizo que supiera afrontar este momento como toca es que justo el día anterior había visto el vídeo de Píldoras de Psicología que habla de las rabietas:

¿Qué podemos hacer?

Pues como dice Alberto Soler en el vídeo:
1. Si podemos intentar evitar las situaciones que pueden ser susceptibles de rabietas.
2. Si ya estamos en ella, NUNCA perder el control.
3. Si no es tan importante ceder, nosotros en casa ya hemos decido que ella escoge la ropa quese va a poner (siempre con unos límites, por ejemplo no puede ir en tirantes si hace frío).
4. Hablarles con lenguaje sencillo y a su altura.
5. Nunca chantajear ni decirles cosas del estilo “Pero que fea te pones”
6. No pegar el rollo durante la pataleta, están en un momento muy intenso y no nos van a escuchar.
En mi caso como os comentaba hace una semana viví una súper pataleta.
Entré tan tranquilamente con mi hija al súper para comprar sus cereales preferidos y todo iba superbién hasta que llegamos a la caja para pagar y ahí estaban “Los huevos kínder”.
Me dijo que quería uno y le expliqué que hoy no podía ser, que el día anterior ya le había comprado otro capricho y que ya sabe que una vez a la semana puede escoger algo pero que estas cosas han de ser puntuales y no cada día.
Pero lo que muchas veces entiende esta vez no fue así y empezó a enfadarse de tal manera que no podía pararla.
En otro momento la hubiera cogido en brazos, hubiéramos salido de la tienda y hubiera podido calmarla para que no llegara al punto de que la rabia se apoderara de ella pero iba con el enano en el fular, así que era imposible y lo tuve que afrontar como pude.
Así que no sé cómo me armé de paciencia, intenté acompañarla en este momento y dejarle su espacio cuando vi que lo necesitaba.
Sinceramente no sé cómo pude tener tanta paciencia porque lo que quería era cogerla, sacarla de allí y pegarle un par de gritos para que dejase de llorar y de liarla.
Pero si yo lo estaba pasando mal por toda esa situación estoy segura que ella estaba igual. No era sólo un enfado, estaba desbordada por la rabia y pataleaba e incluso se llegó a pegar a ella misma que es cuando tuve que decirle que eso sí que no podía ser.
No sé cómo acabamos saliendo del súper, llegando a casa y cuando estaba ya calmada hablamos de lo que le había pasado.
Más tarde me desfogué con unas amigas porque aún estaba nerviosa por toda esta situación.
Vivir una pataleta de nuestros hijos, que es lo que más queremos, es algo duro, al menos lo fue para mí. Verla así y no saber si lo estoy haciendo bien y sintiendo que tengo ganas de sacar a rastras y gritar a la personita que más quiero me hizo sentir fatal.
Estoy contenta de haber sabido llevar la situación, así que sinceramente creo que ante una rabieta lo más importante y lo que nos dará la posibilidad de estar tranquilos es estar informados sobre qué debemos hacer y tener la seguridad de que lo qué hacemos está bien.
Mi querida amiga Bea Mama de dos que en su blog habla muchas veces de inteligencia emocional me hizo llegar un artículo
sobre las rabietas
que también me ha parecido muy interesante.
He leído en algunas ocasiones que dicen que lo mejor es ignorar la pataleta y siento no estar de acuerdo con eso.
Una pataleta aunque no nos guste nos quiere decir algo y no podemos ignorar esta emoción sólo porque nos hace sentir incómodos. Como todas las emociones debemos afrontarlas.
Lo que puede ser es que el niño necesite su espacio para que tranquilizarse en vez de que le abracemos o estemos encima suyo y en ese caso creo que debemos dárselo, y lo más importante es que siempre mantengamos la calma.

Espero que mi experiencia os ayude cuando os llegué el momento de afrontar una pataleta y sepáis mantener la calma aunque se lo difícil que es, y sobretodo os animo a que habléis con vuestros hijos de lo que ha pasado y así  aprendáis juntos.

4 comentarios

  1. En la clase de mi nena de 3 años, la profe ha habilitado una mesa llamada "el rincón de la paz" para que cuando un niño tenga una rabieta se vaya a ese lugar a expresar su rabia.
    En la mesa hay unas botellas de plástico rellenadas de arena o piedrecitas, que pueden utilizar para desahogarse agitándolas.
    Según comenta la profe parece que de esta forma las rabietas que cogen los niños duran menos tiempo.

    Un saludo

    Rosario

    • Pues me parece genial que hayan pensando en un sitio donde puedan expresar que están enfadados y que haya cosas que les ayude a relajarse.
      Muchas veces lo que queremos es que no lo expresen y creo que es mucho peor enseñarles que existen todas las emociones, que deben expresarlas pero intentar que se lleve lo mejor posible y dar solución a esa emoción.

  2. Mañana tengo yo este TEMAZO. Pero justo acerca de las rabietas que podemos predecir pero no evitar, como el hecho de tener un parque en la puerta de casa en el que no podemos parar a usar los columpios cada vez que entramos o salimos del edificio. Es que lo de predecir las rabietas es una teoría ideal, pero en la práctica, yo tengo cantidad de situaciones en las que puedo predecirlas, pero no evitarlas, porque a la fuerza tengo que pasar por la situación que las va a provocar.

    • ayer no te pude leer, ahora voy a tu post a ver como lo llevaste.
      Y es que se pasa fatal y como dices lo de las rabietas que se pueden predecir pero es difícil de evitar es un poco utopico en algunos casos. Yo tengo un parque delante de casa y entiendo un poco lo que dices.
      A ver si vamos aprendiendo a poder llevarlas lo mejor posible para todos.

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